¿Por qué muchas veces las mujeres tienen dolor durante o después de las relaciones sexuales?
¿Cuáles son las causas, y cómo se puede solucionar? Te contamos este tema y rompemos tabús. El dolor durante o después de una relación sexual asociada a la penetración recibe el nombre de dispareunia.
Este dolor o molestia puede ser a nivel abdominal, pélvico o vaginal. Según su localización puede ser superficial (si es más en la musculatura superficial del suelo pélvico o en la entrada de la vagina) o profunda (si es en planos más profundos de la pelvis).
También puede ser de causa primaria, es decir, que siempre ha existido ese dolor desde el inicio de las relaciones sexuales, o secundaria, a partir de un momento determinado como puede ser:
- Después de un parte por el estiramiento perineal, laceraciones o por una episiotomía (un corte que genera cicatriz) o por un parto instrumental.
- Una cirugía abdominal como una histerectomía o una cesárea.
- En la menopausia, por el descenso natural de los estrógenos que afecta a las mucosas urogenitales y puede dar desconfort sexual y síntomas urogenitales.
- Problemas en el ciclo menstrual, como en la endometriosis.
- En un proceso de cáncer (ya sea de mama, colon u ovario) se ve afectado el deseo sexual, la lubricación, etc.
- En el síndrome miofascial, son puntos dolorosos en la musculatura pélvica.
- En un abuso sexual, o causas psicoemocionales, como puede ser después de la muerte de un familiar o despido laboral.
Es decir, puede haber muchas causas que pueden desencadenar disfunciones sexuales Porque el dolor durante las relaciones sexuales es mucho más habitual de lo que pensamos.
¿Cómo se clasifica la dispareunia?
Podemos distinguir tres estadios de dolor sexual:
- El primer estadio es en el que existe dolor coital pero no imposibilita la relación
- En el segundo estadio, el dolor coital impide a veces la penetración.
- En el tercer estadio, el dolor imposibilita completamente el coito. En este punto podríamos hablar de VAGINISMO. de la musculatura superficial del suelo pélvico y/o sensibilización central.
Este dolor o desconfort sexual NO es normal y es necesario consultar a un especialista para poder tratarlo y mejorar la propia satisfacción sexual.
La fisioterapia especializada en suelo pélvico y en concreto, en la salud sexual la fisiosexología desempeña un papel muy importante para tratar la disfunción sexual y ayuda a la persona a mejorar la función sexual, sobre todo cuando va acompañada de hiperactividad. o hipoactividad de la musculatura del suelo pélvico.
¿Cómo ayuda a una fisioterapeuta a solucionar las disfunciones sexuales?
El/la fisioterapeuta es el profesional más cualificado a la hora de evaluar y tratar los problemas del suelo pélvico que se traducen en disfunciones sexuales.
El tratamiento de fisioterapia para tratar estos tejidos del cuerpo (musculatura, pelvis, fascias, respiración, etc.) consistirá en un abanico de técnicas:
- Terapia manual y fisioterapia para normalizar el tono del suelo pélvico.
- La diatermia o radiofrecuencia, que ayuda a la regeneración de los tejidos y estimulación del colágeno, y así disminuye el dolor.
- Educación sexual y salud sexual.
- Conciencia corporal y educación de la propia anatomía.
- Gestión del estrés.
- Técnicas de automasaje y estiramiento.
- El uso de vibradores y dilatadores, etc.
Obviamente, si este tratamiento es multidisciplinar (sexólogo, ginecólogo, etc) tendremos más éxito y la paciente se sentirá más acompañada.
Si te interesa este tema o sufres dolor en las relaciones sexuales, consúltanos tu caso y saldrás de dudas.