Es la articulación que une el hueso temporal con la mandíbula y permite los movimientos de la boca, que son necesarios para la masticación, para la deglución y para el habla.
Un mal funcionamiento en la articulación temporomandibular implica una pérdida de movilidad en el conjunto de la boca y el síntoma suele ser dolor referido a otras partes del cuerpo, como la oreja, el cuello, la mandíbula, la cabeza, las cervicales o la cintura escapular.
Tratamiento indicado en casos de:
- Bruxismo (presionar los dientes durante la noche o durante el día), estrés.
- Dolor y ruidos (“clics”) en la mandíbula y en la oreja, acúfenos, dificultad para abrir la boca, contracturas cervicales...
- Parálisis fascial, neuralgia del trigénimo.
- Disfunciones y desequilibrios, mala oclusión dental.
- Complementario al tratamiento de ortodoncia.
Estas disfunciones de la articulación influyen en el equilibrio funcional de todo el cuerpo.
Tratamiento integrado dentro de la globalidad del cuerpo.